Una mujer quiere sorprender a su marido, que es banquero de inversiones y decide presentarse sin avisar en su despacho. Llega y encuentra a su marido con la secretaria sentada en su regazo.
El marido, sorprendido, empieza a decir:
- Me da igual, crisis o no crisis, no puedo mantener un despacho con una sola silla.
El marido, sorprendido, empieza a decir:
- Me da igual, crisis o no crisis, no puedo mantener un despacho con una sola silla.
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