Entra James Bond a un bar y se sienta en la barra; cruza las piernas, pide un vodka con martini y mira la hora.
Una chica que lo había estado observando con mucho interés desde que llegó, se le acerca y exclama:
- ¡Qué bonito reloj! ¿Tiene muchas funciones?
- Por supuesto, este reloj me permite observar, lo que está pasando alrededor de mí, más allá de lo que mis ojos ven. Por ejemplo, usted, señorita, está sin bragas.
- ¡Ja, ja! Tu reloj no sirve, pues yo sí llevo bragas.
El 007 observa su reloj, le da unos golpecitos y contesta:
- Disculpa, preciosa, es que está adelantado una hora.
Una chica que lo había estado observando con mucho interés desde que llegó, se le acerca y exclama:
- ¡Qué bonito reloj! ¿Tiene muchas funciones?
- Por supuesto, este reloj me permite observar, lo que está pasando alrededor de mí, más allá de lo que mis ojos ven. Por ejemplo, usted, señorita, está sin bragas.
- ¡Ja, ja! Tu reloj no sirve, pues yo sí llevo bragas.
El 007 observa su reloj, le da unos golpecitos y contesta:
- Disculpa, preciosa, es que está adelantado una hora.
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