14 nov 2012

Confusión tonta.

- Hija mía ¿dónde estuviste tanto tiempo, sin siquiera escribir, desgraciada? ¡No sabes cuánto ha sufrido tu madre!
- Perdón, papá, pero es que me he vuelto prostituta…
- ¿Cómo? ¿Qué? ¡Lárgate inmediatamente de esta casa! ¡Desvergonzada, inmoral, perversa… mala hija!
- Ya me voy… te comprendo. Solo vine a entregarle este abrigo de pieles y las escrituras de una casa en la costa Francesa a mamá, una cuenta de 500.000 euros para los estudios de mi hermanito y a ti, papito, este Rolex Aniversario con diamantes y un Porsche Carrera, color rojo, que está en la puerta…
- Hijita, ¿En qué dijiste que te has convertido?
- En prostituta, papá.
- ¡Uf! Qué susto, había entendido ¡Protestante!

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