El mantenimiento del fuego a su máxima potencia una vez alcanzado el punto de ebullición no implica un aumento de la temperatura ni una disminución en el tiempo de cocción; sólo propicia la producción de vapor y supone un gasto inútil de energía.
Aprovechar el calor residual es una manera eficaz de ahorrar cocinando; para ello tienes que bajar la temperatura o, si es un horno o placa eléctrica, apagar la fuente de calor antes de acabar la cocción.
Otra eficaz medida energética consiste en adaptar el recipiente a la dimensión del quemador, evitando que la llama sobresalga.
Una olla a presión es una excelente inversión para economizar en la cocina. También lo son las cacerolas a vapor de varios pisos, que permiten cocer distintas clases de verdura en un mismo fuego conservando sus nutrientes esenciales.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
No hay comentarios:
Publicar un comentario