Ahora bien, para que estas ventajas se conviertan en un ahorro real es necesario exigir que el reparto de la factura energética se realice en función del consumo de cada vecino y no por el criterio de número de viviendas, metros cuadrados o cantidad de radiadores.
Con esa finalidad se debe propiciar la instalación de medidores individuales para la calefacción y asegurar la presencia de contadores de agua caliente para cada vivienda, que por otra parte son legalmente obligatorios.
Fuente: El hogar ecológico - Ed. Plaza & Janes
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