Esta vieja estación con marquesina sobrevivió algún
tiempo a las restantes, que se quedaron en simples bocas de Metro en seguida.
Tenía hasta ascensor, que ya es el colmo del lujo. Y es
que el Metro ha cambiado una barbaridad, desde aquella línea Sol-Cuatro
Caminos, con sus tres kilómetros y medio, cuando la compañía era privada.
En el año 79 el Ayuntamiento se hizo cargo de las 152
estaciones y de la plantilla de 5.000 empleados no del todo satisfechos.
No podemos dejar de mencionar aquí a los ingenieros don
Carlos Mendoza y don Miguel Otamendi, autores de la obra técnica del Metro
madrileño.
Fuente: Recuerdos de Madrid en Postales – Diario-16
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